La ciudad de Milán a diferencia de otras ciudades importantes de Italia no tiene demasiados atractivos turísticos que disfrutar por lo que en unos dos días ya podremos visitar lo más importante que puede ofrecer.
Transportes
Si se llega por vía aérea a cualquiera de los dos aeropuertos la única forma económica de salir de allí es por medio de los servicios de autobuses exclusivos que van del aeropuerto hacia la terminal central de trenes de la ciudad.
Al subir al autobus el equipaje hay que dejarlo en la bodega sin ningún tipo de numeración o señalización por lo que al bajar cualquiera podría tomarlo, así es que las cosas de valor mejor subirlas arriba más allá de que en teoría confíen de que nadie se va a llevar lo que no es suyo.
De la terminal al centro histórico se tienen más o menos 2 kms de caminata casi en línea recta o sino se puede optar por una gran variedad de transportes: Metro, Tranvía (Antiguos y modernos) y autobuses.
¿Qué ver?
Al llegar como ya lo he mencionado antes lo más común es llegar a la terminal central de Milán y admirar por unos minutos su arquitectura.
Si se va todo derecho por la via Victtor Pisani a sólo unas pocas cuadras se encuentra el centro histórico de Milán.
Recorriendo sus pintorezcas calles en su plaza principal (Piazza del Duomo) se encuentra su famosa catedral gótica, Duomo di Milano. Para entrar aquí previamente registran nuestras pertenencias y luego hay un bono contribución de 2 euros.
También frente a la plaza se encuentra la galería Victtorio Emanuele II una de las más lujosas y antiguas del mundo. Prestar atención a todos los detalles de su construcción ya que hasta el piso es una obra de arte de la arquitectura.
Por todo Milán se encuentran una gran variedad de importantes iglesias entre las cuales se encuentran:
- La Basílica de San Ambrosio: Aquí se encuentran los restos de este santo en una vitrina delante del altar. También encontramos el sarcófago original de la época romana y en la entrada a la iglesia se ven restos y esculturas romanas de aquella época.
- Iglesia de San Lorenzo Maggiore: Es la iglesia más antigua de Milán y una de las más grandes.
- Iglesia Santa María Delle Grazie: Aquí se encuentra la última cena pintada por Da Vinci. La entrada no es gratuita ni tampoco muy económica y se permite el ingreso por tiempo limitado.
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