Durante el sitio de los romanos en Jerusalén fue construído el palacio de Heródes y luego de su muerte el lugar fue tomado por los judíos que escapan del ejército romano.
Ya para el año 73 dc. el sitio fue asediado por los romanos y empezaron a construir una rampa para subir hasta la cima; vista la situación desesperante de los judíos que habitaban la montaña y la falta de reservas decidieron suicidarse para evitar caer en manos de los romanos.
Este hecho se conmemora como una de las partes más importantes de la historia y el nacionalismo del pueblo judío.
Luego de que el sitio fuese tomado por los romanos, el mismo quedó en el olvido hasta el siglo V cuando fue habitado nuevamente por los bizantinos hasta el siglo VII.
Por esto es que en el sitio se encuentran restos arqueógicos de los romanos, bizantinos y judíos.
Para subir hasta la cima hay dos formas, la primera es utilizando el camino de la serpiente, el cual es gratuíto pero se tarda más de 1 hora en subir. Otra forma y la mejor a mi gusto ya que al estar en medio del desierto el calor es sofocante (hacía más 20 grados en invierno) es subiendo con el telesférico. Si bien ésta última forma no es demasiado económica, conviene si no se quiere pasarse la mitad del día subiendo la montaña muerto de calor.
La entrada igualmente se paga de cualquiera de las dos formas, ya sea subiendo en telesférico como por el camino.
La duración del recorrído es de 2 horas apróximadamente y para llegar hasta el lugar utilicé el bus 186 que sale desde la terminal de Jerusalén y tarda 1 hora 45 minutos en llegar hasta la puerta del parque. Las frecuencias son buenas por lo que para el regreso no se hace demasiado complicado.
domingo, 22 de diciembre de 2013
Masada
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