Mezquitas de Estambul

Si bien la ciudad de Estambul es extraordinaria, a mi gusto lo mejor y más impresionante son sus mezquitas. 


Luego de la decepción que me llevé en medio oriente al no poder entrar a las mezquitas por no ser musulmán, llegar a este país y saber que podía entrar libremente a cualquier mezquita me llenó de felicidad y de ansiedad para poder visitarlo todo. 

Lo primero que visité fue una pequeña mezquita en el centro histórico. Al ingresar tuve que quitarme los zapatos y meterlos en una bolsa plástica que había en la entrada. También se los puede dejar afuera dentro de un armario pero realmente no quería volver descalso por el centro de Estambul si me los llegaban a robar. 

Esta práctica resulta un poco molesta ya que con el frío impresionante que hacía tener que sacarse los zapatos parado y pisar el mármol helado de la entrada no es una experiencia religiosa muy gratificante pero si se hace es por una buena razón ya que al ingresar a las mezquitas el piso está cubierto por alfombras.
También antes de ingresar está la práctica de la ablución que consiste en lavarse partes del cuerpo como forma de purificación, en especial los pies. En mi caso teníendo en cuenta que no soy religioso y hacía 1 grado bajo cero, descarté la idea; pero los musulmanes lo hacen en espacios destinados a tal fin en las puertas de las mezquitas.

Dentro, la mezquita es un salón con lámparas de forma circular en los techos, sellos del islám, inscripciones, arte islámico en abundancia y una alfombra enorme con espacios individuales para los fieles, los que se arrodillan y oran en dirección a la meca. La experiencia es algo único, si bien no estoy muy seguro de si se puede ingresar en los horarios de oración, en mi caso pude llegar a hacerlo y quedarme en la puerta sin ser molestado. Lo que se ve es un grupo de personas orando hacia la meca y detrás unos oradores que recitán versos del corán en forma de canto, algo que le da una mística excepcional y única.




La llamada a la oración en la que todos los fieles van asistiendo a la mezquita se escucha por alto parlante desde las torres ubicadas en cada mezquita. Si bien resulta algo bastante tétrico al principio luego uno se acostumbra a escuchar eso caída la tarde esté donde esté.    

Mezquita Azul

Esta es la construcción más bella e impresionante que he visto desde que empecé a viajar. El sitio no solamente es enorme sino que su arquitectura es una bella combinación de arte bizantino con arte islámico. Realmente impresionante visto de afuera. 
Dentro la entrada es gratuíta y al ser un sitio muy turístico pierde un poco el atractivo que tienen las demás mezquitas donde raramente se ve un turista. Igualmente eso no quita que sea algo bello también por dentro, con una lampara circular enorme en su interior, sellos y mucho arte islámico para disfrutar. 

La visita noctura resulta igualmente encantadora ya que se encuentra toda iluminada en el paisaje nocturno enfrentada a la famosa mezquita Santa Sofía. 





Mezquita Santa Sofía

Otra construcción impresionante es esta mezquita que también se encuentra en el centro histórico de Sultanahmet. Esta mezquita fue la primera gran iglesia cristiana construída en el mundo durante el año 360 hasta que a mediados del año 1400 se transformó en mezquita. 
Su valor histórico es excepcional, hasta el punto de ser nombrada como patrimonio de la humanidad. Hoy en día es un museo al que hay que pagar entrada y que realmente hay que visitar. Dejo aquí su web oficial http://ayasofyamuzesi.gov.tr/en/


Al cruzar el Bósforo desde el centro histórico a la Estambul moderna es cuando uno se da cuenta la cantidad enorme de impresionantes mezquitas que hay en Estambul. Si bien la mezquita azul y la Hagia Sophia son las dos principales también hay otras enormes como la mezquita de Fatih, Suleymaniye, Yeni Cami, Nuruosmaniye y de los tulipanes entre otras.

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